miércoles, 19 de junio de 2013




1) LA REVOLUCIÓN RUSA DE 1917

FACTORES DE LA REVOLUCIÓN: RUSIA AL COMENZAR EL SIGLO XX
Al comenzar el siglo XX Rusia se componía de una sociedad con grandes diferencias sociales, dominada por la nobleza dueña de tierras, con un gobierno absolutista, encarnado en la figura del Zar (emperador) Nicolás II. No  había libertades individuales, se perseguía a los opositores y se ejercía la censura de la prensa. El pueblo, en su mayoría campesinos, deseaba terminar con este gobierno que los había reducido a una condición de servidumbre, ya que si bien habían obtenido parcelas de tierra estas eran sumamente reducidas e insuficientes.
El campo ruso en conjunto no era capaz de alimentar a una masa creciente de campesinos, por lo que se puede afirmar que había superpoblación rural (en la Rusia europea se pasó de 50 millones de habitantes en 1860 a 82 millones en 1879, sin aumentar la productividad agrícola ni las posibilidades de otro empleo alternativo).
La economía era fundamentalmente agrícola, aunque la industria había cobrado desarrollo, sobre todo en Moscú y San Petesburgo, por las inversiones en hierro, carbón, acero y ferrocarriles que realizaron,  fundamentalmente, empresas de Francia y Gran Bretaña.


El Zar Nicolàs II
Durante el gobierno del zar Nicolás II, se produjo, en 1905, un estallido revolucionario, encabezado por los obreros, que en número considerable, reclamaron por un cambio político y por sus derechos laborales, paralizando los medios de transporte, aumentando aún más la crisis con la escasez de productos y el alza de precios.
Si bien el movimiento fue sofocado, obligó al gobierno a compartir su poder con un Poder Legislativo o Parlamento, llamado la Duma, que transformó la monarquía autocrática en una monarquía parlamentaria, aunque en la práctica, el zar siguió gobernando con poder ilimitado, lo que originó nuevas revueltas.
La mayoría de la población estaba formada por obreros y campesinos que vivían en condiciones deplorables. Su situación se había empeorado por la Primera Guerra Mundial que obligó a más de 15.000.000 de hombres a integrar el ejército dejando a la producción agrícola e industrial sin mano de obra.
En 1915, el gobierno ruso quedó en manos de la esposa del Zar Nicolás, Alejandra, persona incapaz de manejar los asuntos de gobiernos, mientras el zar se puso al frente de las tropas.
La situación se agravó por el fracaso de Rusia en la Primera Guerra Mundial, lo que motivó la creación de soviets (comités formados por campesinos, soldados y obreros) que se levantaron contra el gobierno y originaron huelgas de trabajadores.

            LA REVOLUCIÓN DE FEBRERO DE 1917
       La desorganización social y administrativa, las acusaciones mutuas entre militares y políticos echándose las culpas de la situación, la corrupción de la corte de Nicolás II: todo contribuía a dar la sensación de caos.
       La burguesía liberal, que se expresaba a través de sus diputados en la Duma, observó que todos los intentos por democratizar al régimen chocaban contra la oposición del Zar y los nobles. Entonces pensaron que la única salida era derrocar al Zar por la fuerza.  Se puso en marcha una conspiración para sustituir a Nicolás II por un gobierno liberal parlamentario; en ella estaban comprometidos varios jefes militares importantes.
La imposición del racionamiento de alimentos en la capital motivó una serie de incidentes  y manifestaciones, y una huelga general en la ciudad de San Petersburgo, capital del Imperio Ruso. Los soldados se amotinaron contra sus oficiales.
Soldados y obreros se hicieron dueños de la ciudad, se apoderaron de las armas y ocuparon el palacio de invierno: era la revolución. El Zar Nicolás, obligado por las circunstancias, renunció.
El movimiento revolucionario, triunfante pero desorganizado, sorprendido de su propia victoria, no tenía una dirección precisa. Los partidos políticos habían sido tomados de improviso. Los obreros y soldados, primero en Petrogrado y después en Moscú y el resto de las ciudades importantes, constituyeron los soviets tratando de ser ellos el nuevo gobierno.
Pero los diputados liberales de la Duma quisieron encauzar el movimiento por la vía parlamentaria. No lo consiguieron del todo. Tras muchas vacilaciones constituyeron un gobierno provisional, dirigido por el príncipe Lwow, formado por monárquicos liberales y constitucionalistas, y por los socialistas moderados dirigidos por Kerenski.
Así, como resultado de la revolución de febrero, se instituyeron dos poderes paralelos, o un doble poder; por un lado, el gobierno provisional, representante de las fuerzas políticas liberal-burguesas, trataba de establecer una democracia parlamentaria, manteniendo el orden social capitalista. Por otro lado, los soviets de diputados obreros y soldados, cuya cabeza dirigente era el Soviet de Petrogrado. Pero dentro de los soviets había diferencias: por un lado los mencheviques y otros grupos socialistas moderados, que eran partidarios de limitar su labor y asegurar y garantizar el establecimiento de una república parlamentaria democrática y por otro lado los bolcheviques, anarquistas y socialistas radicales, todos ellos contrarios a apoyar al gobierno provisional y partidarios de una revolución social.
El gobierno provisional se vio desbordado por los acontecimientos: en Polonia, Finlandia, Ucrania, e incluso en el Cáucaso, se reclamaba la independencia. Se habían formado soviets en muchas regiones de Rusia que pedían cambios radicales; la agitación en las ciudades industriales iba en aumento y el ejército se descomponía por las deserciones en masa.
El gobierno provisional  se encontraba jaqueado tanto por los bolcheviques, dispuestos a tomar el poder, como por los contrarrevolucionarios que querían volver a la monarquía zarista.
En julio, un intento revolucionario bolchevique en Petrogrado fracasó, ya  que el Soviet tenía mayoría menchevique. Lwow renunció y Kerenski pasó a ser  primer ministro. Lenin, el lider bolchevique que en abril había regresado a Rusia de su exilio en Suiza, tuvo que huir a Finlandia. Pero no perdió contacto con los otros dirigentes bolcheviques que se mantenían dentro de Rusia organizando una nueva revuelta.
Lenin

En agosto de 1917 un intento de golpe de estado militar pro-zarista fracasó por la resistencia de los soviets.
Mientras el prestigio del gobierno de Kerenski disminuía (incapaz de lograr la paz y establecer una reforma agraria) los bolcheviques conseguían la mayoría en el Soviet de Petrogrado, Moscú y otras grandes ciudades. Simultáneamente el movimiento de deserciones alcanzó a las tropas del frente.
Kerenski y los mencheviques que lo apoyaban estaban entre dos fuegos. Los generales y la oposición conservadora les acusaba de débiles; los bolcheviques les denunciaban como instrumentos al servicio de la reacción zarista.
A principios de octubre la sociedad  rusa estaba dividida radicalmente en dos bandos, cada uno de los cuales tenía que destruir al otro para imponerse.
En conclusión:
El gobierno provisional enfrentaba problemas que no solucionó eficazmente y provocaron su caída:
1) Tomó la impopular decisión de seguir la guerra lanzando una ofensiva que fue desastrosa.
            2) No realizó la prometida reforma agraria que reclamaban los millones de campesinos sin tierra que había en Rusia.
3)  No supo como enfrentar y dominar al soviet de Petrogrado que siguió existiendo como un “poder paralelo” al del gobierno. Otros soviets se crearon en otras regiones de Rusia y comenzaron a reclamar el poder. Dentro de los soviets un grupo político comenzó a imponer sus ideas, aunque era pequeño comparado con otros grupos: los bolcheviques. Estos hicieron propuestas realistas y atractivas y contaron, a partir del mes de abril con la presencia de su lider, Lenin, que regresó del exilio en Suiza. Lenin lanzó la consigna “todo el poder a los soviets” y propuso terminar la guerra, repartir tierras y entregar alimentos a los más pobres. En octubre los bolcheviques controlaban los soviets de las dos principales ciudades: Petrogrado y Moscú. 

            LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE
       En la madrugada del 25 de octubre los bolcheviques, dirigidos por Trotski, tomaron los puntos estratégicos de la ciudad de Petrogrado y detuvieron a los miembros del gobierno provisional, excepto Kerenski que pudo escapar. En la Duma se hizo sentir la presión de los "guardias rojos" bolcheviques por lo que muchos de los partidos abandonaron la Asamblea.
El 26 de octubre fueron aprobados por unanimidad en la Asamblea dominada por los bolcheviques tres decretos :
a) En el primero se ofrecía a los pueblos y gobiernos en guerra la paz inmediata sin anexiones ni reparaciones y decretaba el cese de las hostilidades.
b) Por un segundo decreto se expropiaban sin indemnización  unos 150 millones de hectáreas de tierras que se entregarían a los campesinos.
c) Por el tercer decreto se creaba el Consejo de Comisarios del Pueblo (un Consejo de Ministros) que asumía todo el poder ejecutivo hasta la convocatoria de la Asamblea Constituyente. Se designó a Lenin como presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo.
¿Por qué fue tan fácil el triunfo de la revolución de octubre?
Lenin hablando a los trabajadores rusos

1) El gobierno provisional se desprestigió al adoptar la impopular decisión de seguir la guerra contra Alemania y Austria-Hungría. El intento de lanzar una ofensiva en junio terminó en fracaso por lo que la moral y la disciplina del ejército se desmoronaron por completo y los desertores apoyaron a los soviets que reclamaban el fin de la guerra. Además de los soldados también los campesinos estaban descontentos con el gobierno provisorio porque había demorado cumplir la promesa del reparto de tierras.
2) La estrategia desarrollada por Lenin fue exitosa. En medio del caos general Lenin y los bolcheviques expusieron una propuesta realista y atractiva. Pedían el "poder absoluto para los soviets", prometiendo sacar a Rusia de la guerra y repartir tierras a los campesinos. Aunque seguían siendo una minoría en el conjunto de Rusia, los bolcheviques tenían el control de los soviets de Petrogrado y Moscú, las dos ciudades más importantes y donde se decidía la vida política rusa. Los bolcheviques tenían claro lo que querían y estaban disciplinados y organizados, en tanto que los demás grupos políticos que tenían más adherentes, estaban desorganizados.


2) LA IDEOLOGÍA DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO


SOCIALISMO
            En el siglo XIX luego de observar las consecuencias sociales que la industrialización había provocado en Europa, algunos pensadores se plantearon buscar soluciones a los problemas de los obreros. La producción industrial en fábricas había provocado el surgimiento de la clase obrera que tenia muchos problemas: muchas horas de trabajo, malas condiciones de higiene e inseguridad laboral, bajos salarios (hecho agravado por la migración desde el campo hacia a ciudad que provocó una abundante mano de obra), trabajo infantil. A esto hay que agregar que las viviendas de los obreros se concentraban en las zonas más pobres de la ciudad, a veces eran sótanos oscuros y húmedos donde varias familias debían compartir una habitación. El trabajo de mujeres y niños provocaba la desunión familiar y era frecuente el alcoholismo.
            Frente a estos problemas fue que se planteó la necesidad de hacer cambios en la sociedad para que no existieran tantas injusticias. Hasta se momento se habían reclamado derechos y libertades frente a los abusos de los gobiernos e igualdad de todos frente a la ley, pero no se había planteado la igualdad social. Cuando se hablaba de derechos se pensaba en la libertad de expresión, de religión o poder votar, pero no se pensaba que la salud o la vivienda eran un derecho o que debía pagarse al trabajador que se lastimaba o que era despedido para contratar a otro. Las personas que empezaron a reclamar cambios en las leyes para que favorecieran a los trabajadores y lograr una sociedad donde no hubiera tantas diferencias, se les llamó socialistas.
            Los primeros socialistas creían que la propia evolución de la sociedad mejoraría las condiciones de vida de los trabajadores. Creían que esos cambios:
            - se realizarían en forma pacífica,
            - se lograrían con la colaboración de todos los sectores sociales, porque los empresarios se convencerían de que les convenía mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y pagarían más salarios y mejorarían las condiciones de trabajo
            - darían origen a una sociedad justa e igualitaria.

SOCIALISMO MARXISTA
En todas las épocas han existido personas que creen en la necesidad de llegar a una sociedad más justa e igualitaria; como uno de los aspectos donde más se ven las diferencias entre los individuos es en los bienes materiales que se poseen, quienes proponen una sociedad justa, plantean que es necesario que todos dispongan de los mismos bienes.
Pensadores como Platón en la antigua Grecia y Tomás Moro en el siglo XVI, hicieron propuestas de este tipo. En los siglos XIX y XX el marxismo fue quien impulsó la idea de una sociedad comunista.
Carlos Marx
El nombre marxismo proviene de Carlos Marx, pensador alemán que, junto a Federico Engels  desarrolló lo que el consideraba “un socialismo científico” frente al de los primeros socialistas a los que consideró ”utópicos”. Creía que los primeros socialistas, si bien habían hecho un aporte importante al denunciar las malas condiciones de vida de los trabajadores, no habían aportado soluciones reales para terminar con los problemas sociales.
            Marx y Engels no sólo analizaron la situación de los trabajadores del siglo XIX, sino que hicieron un análisis histórico del trabajo, buscaron las causas de la explotación de los trabajadores y dieron una visión de lo que pasaría en el futuro de la sociedad. Creían que era imposible la colaboración entre los obreros y la burguesía (dueños de las fábricas, minas, etc) porque las clases sociales están en permanente lucha. Para Marx la historia es la historia de la lucha de clases, todo lo acontecido a los hombres se puede explicar a través de ese enfrentamiento. ¿Por qué las clases sociales se enfrentan? Por que unos (los que dominan) viven del trabajo de los otros (los dominados o explotados). A través de la historia han cambiado las clases sociales, pero siempre hay un enfrentamiento. Solamente en la primera etapa de la historia de la humanidad no existía enfrentamiento porque no había clases sociales. Y esto sucedía porque aún no existía la propiedad de los medios de producción. Lo medios de producción es todo aquello que sirve para producir (por ejemplo la tierra). Cuando algunos hombres se apropian de los medios de producción y los usan para su beneficio, otros, los que no tienen medios de producción propios, deberán trabajar para los propietarios para poder subsistir. Ahí, dice Marx, nacen las clases sociales y la explotación.
            Para el marxismo el hombre fue pasando por diversas etapas a medida que iban cambiando los medios de producción y las condiciones de trabajo (relaciones de producción). Del comunismo primitivo (donde no había propiedad de los medios de producción ni clases sociales), se pasó al esclavismo (donde las clases opuestas eran amos y esclavos), luego al feudalismo (donde había señores y siervos) y finalmente al capitalismo (donde hay burgueses y proletarios).
            Según Marx en la etapa capitalista había aumentado muchísimo la riqueza por la industrialización, pero se había concentrado en menos manos. Con el uso de maquinaria se habían producido dos fenómenos:
            a) se había colectivizado el trabajo porque ningún obrero podía realizar todo el producto sino que cada uno hacía parte del trabajo y necesitaba del resto para terminarlo;
            b) había aumentado la producción pero el salario que recibía el trabajador no lo había hecho en la misma proporción. Mientras la producción se había multiplicado por 9 (se producía nueve veces más), los sueldos lo habían hecho por 4 (los obreros cobraban cuatro veces más). Esto significaba que los dueños de las fábricas habían aumentado sus ganancias a costa del trabajo de sus empleados (Marx llamó a esto plus valía). En conclusión mientras la producción se había colectivizado o socializado, la ganancia seguía siendo individual y concentrada en pocos.
            Esta situación iba a provocar la necesidad de cambiar las condiciones de trabajo y la propiedad de los medios de producción. Estos tendrían que colectivizarse o socializarse. Pero esto no se iba a hacer a través de la colaboración de la burguesía y los trabajadores, porque los burgueses no estarían dispuestos a perder sus ganancias y cambiar su forma de vida.
Para Marx la marcha de la historia iba a llevar a que se dieran esos cambios. Creía que el propio capitalismo había creado las condiciones económicas de su sustitución por una nueva etapa. Pero como la burguesía no iba a abandonar sus propiedades pacíficamente e iba a utilizar al estado (policía, ejército) para defenderse, el cambio sería violento. Los trabajadores tomarían el gobierno en sus manos y despojarían  a la burguesía de sus fábricas, minas, tierras, etc. Los medios de producción estarían en manos del estado y este en manos de los trabajadores o proletarios. A esto Marx le llamó “dictadura del proletariado” o etapa socialista.
            En el socialismo los medios de producción (tierra, fábricas, minas, etc) serían estatales ( es lo que los marxistas llaman propiedad social de los medios de producción). Además el estado planificaría la producción decidiendo que producir, como, que cantidad, etc. La producción ya no respondería al interés privado (interés de los propietarios) sino al interés de la sociedad.
La etapa socialista sería una etapa de transición hacia la etapa final: el comunismo. En ésta última ya no habría propiedad privada de los medios de producción (la propiedad sería común, por eso comunismo),ni clases sociales y no sería necesario el estado represor, ya que este se había creado para que la clase dominante pudiera controlar mejor a la clase explotada. En esta etapa cada uno trabajaría según su capacidad y recibiría según su necesidad los bienes que necesitara. Como la producción se haría con un objetivo social y no egoísta de obtener ganancia, habría abundancia de bienes.
            Para Marx el paso del capitalismo al socialismo comenzaría en los países donde el capitalismo había avanzado más.  Cuanto más se desarrollara el capitalismo más cerca se estaría de su superación. Pero no creía que se pudiera establecer el socialismo en un sólo país: el pensaba que la revolución que pondría fin al capitalismo sería internacional y por eso impulsaba la unión de los trabajadores por encima de las fronteras de los países (“Proletarios del mundo, uníos” es la frase que cierra uno de sus libros “El Manifiesto Comunista”)

MARXISMO-LENINISMO
Las ideas de Marx y Engels se difundieron rápidamente por Europa y por el resto del mundo. En aquellos países que había mayor concentración de obreros tuvieron mayor aceptación y se crearon sindicatos y partidos políticos que adoptaron esas ideas como guía para su accionar.
Rusia, ubicada en el este de Europa, no era, a fines del siglo XIX, un país industrializado. La mayoría de la población eran campesinos que trabajaban las tierras de los nobles como siglos atrás se hacía en Europa Occidental. Pero igual las ideas de Marx tuvieron aceptación entre algunos sectores obreros e intelectuales rusos. Uno de estos intelectuales, Vladimir Ulianovich, conocido como Lenin, consideraba necesario adaptarlo que había dicho Marx a las condiciones de Rusia.
Basado en las ideas del marxismo se creó en Rusia el Partido Social Demócrata Ruso. Teniendo el cuenta que Rusia era un país con escaso desarrollo industrial, algunos marxistas rusos (los mencheviques) creían que aún faltaba mucho para una revolución proletaria. Como en Rusia aún gobernaba un emperador (zar), creían que era necesario primero una revolución burguesa para establecer un gobierno de la burguesía y después, cuando la burguesía haya desarrollado el capitalismo, se daría la revolución de los obreros.
Lenin barriendo a los enemigos
de la revoluciòn
 
Los bolcheviques, con Lenin a su cabeza, eran partidarios de un nuevo enfoque de la teoría marxista por el cual el capitalismo se dirigía en su etapa avanzada hacia el imperialismo, fenómeno que no pudo observar Marx. Para Lenin en los países industrializados había disminuido el enfrentamiento entre obreros y burgueses porque la colonización había permitido que en las metrópolis (países industriales colonizadores) se viviera mejor. Los obreros tenían trabajo y ganaban más al asegurarse mercados donde vender las mercaderías. Pero en los países menos industrializados la explotación se mantenía o había amentado y era allí donde estaban dadas las condiciones para una revolución que enfrentaría a los trabajadores con sus explotadores. Para Lenin era posible hacer una revolución socialista en un país atrasado como Rusia, sin necesidad de esperar un mayor desarrollo del capitalismo como querían los mencheviques.
De esta manera se pretendía, desde la postura bolchevique, convertir la revolución liberal (burguesa) en revolución socialista , basándose en la alianza de los obreros con el campesinado, y no limitándose a seguir las iniciativas de la burguesía, sino encabezando ellos mismos la lucha por la democracia, no aceptando un gobierno burgués y estableciendo una dictadura revolucionaria del proletariado.
La hoz y el martillo simbolizan la
unión de campesinos y obreros
Para ello se procedió a la organización del partido proletario como una sociedad secreta, con militantes que debían acatar con disciplinado que el partido resolvía. Un partido revolucionario bien organizado sería capaz de tener influencia en las masas obreras y campesinas, instruyéndolas políticamente. Para eso era importante tener con medios de propaganda como un periódico para difundir sus ideas. El parido sería la “vanguardia” de la clase proletaria. De esta manera el partido se preparaba para la lucha por el poder, que en las condiciones rusas pasaría necesariamente por la lucha armada.
Lenin puso en práctica estas ideas al producirse la revolución rusa de 1917. En febrero de ese año una revolución dirigida por los partidos identificados con la burguesía derrocó a la monarquía y creó un gobierno provisorio. Lenin y los bolcheviques impulsaron una nueva revolución, que se concretó en octubre, para establecer una “dictadura del proletariado”.



3) EVOLUCIÓN DE LA UNIÓN SOVIÉTICA HASTA 1953

LA GUERRA CIVIL: ROJOS Y BLANCOS
En abril de 1918, quienes se oponían al gobierno revolucionario dirigido por los bolcheviques, recurrieron a las armas para derribarlo. Los partidarios de volver a la monarquía más los sectores liberales y conservadores opuestos a las ideas socialistas que dominaban en los soviets, se unieron contra los que sostenían al gobierno revolucionario.
Así se formaron dos bandos: los blancos (zaristas y liberales) y los rojos (los que apoyaban al gobierno revolucionario). Los rojos no solamente tuvieron que enfrentar a los blancos sino  a las tropas de otros países como Polonia, EEUU y Japón, entre otros, que intervinieron para hacer caer al gobierno socialista por temor a que su influencia se extendiera. Los rojos, encabezados por los bolcheviques y dirigidos por Trotski triunfaron luego de dos años de intensas luchas.
Cartel convocando a defender
la revoluciòn
Terminada la guerra civil, los bolcheviques (que habían pasado a llamarse Partido Comunista) habían dominado la situación; los partidos políticos que habían sido derrotados en la guerra civil desaparecieron y dentro de los sectores revolucionarios o rojos eran los únicos organizados y con objetivos definidos.
De acuerdo a las ideas en que se basaban los bolcheviques, el marxismo interpretado por Lenin, la revolución realizada en Rusia permitía a los sectores proletarios, obreros y campesinos, hacer su propio gobierno (dictadura del proletariado) y aplicar medidas que permitieran crear un estado socialista para luego llegar a una sociedad comunista. Esas medidas eran:
1)       el control de los obreros sobre las fábricas
2)       quitar la tierra a los terratenientes y distribuirla entre los campesinos,
3)       no pagar la deuda dejada por el gobierno del emperador,
4)       crear granjas colectivas,
5)       nacionalizar las grandes empresas que estaban en manos extranjeras,
6)   dirigir y planificar la economía a través del estado.
La guerra civil trastocó los planes del gobierno. Al profundizarse la crisis se tomaron medidas más radicales porque los alimentos escasearon y la producción de las fábricas disminuyó. Estas medidas conocidas como “comunismo de guerra” se aplicaron entre 1918 y 1920 y establecían la obligación de trabajar, el aumento del horario de trabajo diario, la obligación de los campesinos de vender sus cosechas al estado para que éste pudiera vender los alimentos baratos a la población y la estatización de todas las fábricas que tuvieran más de 10 trabajadores.
Estas medidas provocaron el descontento de muchos sectores, sobretodo de aquellos que esperaban que la revolución por si sola generaría el bienestar en poco tiempo. Los dirigentes bolcheviques explicaban que sin sacrificios nada se lograría, pero no pudieron evitar algunas rebeliones y la oposición de los campesinos que escondían las cosechas para hacer subir los precios. Para impedir mayores problemas Lenin condujo con mano férrea la economía y apresuró el fin de la guerra civil.

LA “NUEVA POLÍTICA ECONÓMICA”
Desde los primeros meses de 1921 Lenin tuvo ante sí la enorme tarea de reconstruir una economía destruida por la Primera Guerra Mundial y por la guerra civil. El comunismo de guerra había provocado una reacción negativa en los campesinos que, luego de obtenidas las tierras, querían obtener ganancias con sus cosechas, cosa que no habían podido hacer al quedarse el estado con su producción a cambio de casi nada. Por esto se limitaban a producir sólo lo suficientes para su alimentación. Esto causó carestías severas. Por otro lado la industria se encontraba casi paralizada. En marzo de 1921 se produjo u motín de marinos en el puerto de Kronstadt que fue sofocado rápidamente por el Ejército Rojo.
Lenin observó que se necesitaban cambios para obtener el apoyo de los campesinos y lograr un despegue económico, fue lo que llamó la “Nueva Política Económica”. Estos cambios fueron:
1)       Se permitió a los campesinos vender libremente su producción pagando un impuesto proporcional a lo que producían.
2)       Las grandes empresas, la industria pesada, se mantuvo en manos del estado, pero se permitió la propiedad privada de empresas medianas y pequeñas.
3)       Se incentivó la presencia de técnicos extranjeros para incorporar nuevos conocimientos.
4)       Se volvieron a tomar en la administración de las empresas estatales funcionarios administrativos  que, a pesar de compartir las ideas del gobierno revolucionario, poseían una capacidad necesaria para sacar adelante las empresas.
5)  Se permitió el comercio privado minorista. El comercio exterior y los bancos continuaron en manos del estado.
Para los dirigentes bolcheviques estos cambios  significaban permitir ciertas formas de economía capitalista (empresas privadas, libertad de precios agrícolas) dentro de la planificación socialista. Era el retorno limitado de la empresa privada hasta que la recuperación estuviese asegurada, pero a largo plazo el objetivo era el completo control estatal de la industria y la agricultura como paso previo para llegar al comunismo (propiedad común de los bienes).

LOS CAMBIOS EN LA SOCIEDAD
En los primeros años que siguieron a la revolución la sociedad rusa se vio conmovida. Los obreros se encontraban con derechos hasta el momento desconocidos y un gobierno que decía gobernar en su nombre. Los campesinos pobres habían obtenido las tierras que reclamaban, pero no estaban de acuerdo en formar cooperativas y querían trabajar sus tierras por su cuenta aunque esto fuera poco productivo. Los campesinos con mayor cantidad de tierras se habían enriquecido por el aumento de los precios de los alimentos durante la guerra civil. Los intelectuales estaban en plena fermentación anunciando nuevas concepciones de la literatura y el arte. Los arquitectos diseñaban fantásticos proyectos sobre las futuras ciudades comunistas.
No más esclavas de la cocina
Los más asombrados seguramente eran los integrantes de las antiguas clases altas (aquellos que no habían huido) que veían a los obreros discutir como dirigir una fábrica y tenían que compartir las piezas de sus mansiones con personas que antes trabajaban para ellos.
La dirigente bolchevique Alexandra Kollontai divulgó sus ideas sobre el papel de la mujer en la nueva sociedad que eran revolucionarias para la época como la igualdad total de los sexos y el derecho de la mujer a abortar. Algunas de sus ideas se pusieron en practicarse al transformarse en leyes: aborto, divorcio, igualdad entre los hijos legítimos y los nacidos fuera del matrimonio.
Se extendió la enseñanza con masivas campañas de alfabetización y se trató de complementar la enseñanza intelectual con la manual. También se impulsó la actividad científica, considerando que el desarrollo de la ciencia era fundamental para aplicar nuevos conocimientos a la producción.

LA CREACIÓN DE LA URSS
El 30 de diciembre de 1922 se formó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Estaba formada por 15 estados, Rusia era  uno de ellos, que correspondían a casi todos los territorios que antes habían formado el imperio ruso disuelto tras la revolución de 0ctubre de 1917. En 1924 entró en vigencia una constitución que establecía como órgano máximo de gobierno al Soviet Supremo formado por dos cámaras: la de la Unión (con diputados elegidos en representación de toda la URSS) y la de las Nacionalidades (con diputados elegidos por cada una de las 15 repúblicas).

LA ERA DE STALIN (1924-1953)

Stalin
En enero de 1924 murió Lenin, quien hasta ese momento había sido el principal conductor político tras la revolución de 1917. Su desaparición abría dudas sobre el futuro del gobierno revolucionario y sobre el movimiento comunista internacional. Después de la revolución y del triunfo de las ideas socialistas en Rusia, se habían formado partidos comunistas en muchos países que veían al Partido Comunista de Rusia (luego de la URSS), como el “hermano mayor” que indicaba el camino a seguir. De los dirigentes bolcheviques dos parecían las figuras que podían suceder a Lenin: León Trotski y José Stalin. En el transcurso de los años 20 las diferencias entre ambos fueron aumentando.
Las diferencias no sólo eran personales sino también ideológicas. Trotski era partidario avanzar rápidamente en la industrialización aunque fuera a costa de los campesinos que se estaban enriqueciendo, para poder llegar más rápido a la etapa comunista. Además consideraba que había que extender la revolución a otros países, sosteniendo que la revolución comunista tenía que ser internacional y mientras existiera un país capitalista en el mundo no se podía llegar a una sociedad sin clases sociales. Acusaba a Stalin y a otros dirigentes de apartarse de las ideas marxistas originales y de formar una burocracia que estaba gobernando para favorecerse ella y no para los obreros.
Stalin sostenía que había que asegurar los logros de la revolución en la URSS antes de extenderla a otros países, haciendo acuerdos con los países capitalistas para evitar una guerra antes de estar preparados. La idea se resumía en la frase “hacer de la URSS la patria del socialismo”, aunque fuera a costa de frenar el movimiento comunista internacional.
Trotski era un brillante intelectual y había sido el jefe del Ejército Rojo. Stalin era el secretario del partido Comunista, lo que le dio la ventaja en la competencia con Trotski, porque desde ese cargo pudo maniobrar hasta que Trotski quedó sin apoyo de los otros líderes comunistas y finalmente fue expulsado del partido y desterrado (1929).
Desde su cargo de Secretario General del Partido Comunista de la URSS, Stalin gobernó con mano dura hasta su muerte en 1953, siendo su poder mayor que el de quienes ocupaban cargos de gobierno. Los dirigentes que criticaron sus medidas  fueron apartados de los cargos de dirección, muchos fueron a la cárcel y otros juzgados y condenados a muerte. La mayoría de la dirección bolchevique de 1917 fue eliminada por Stalin.
Los planes quinquenales.-  El gobierno soviético bajo el liderazgo de Stalin se propuso aumentar la producción industrial y agrícola. Un rápido crecimiento de la industria pesada se consideraba esencial para poder enfrentar un ataque de las potencias capitalistas, además se pensaba que cuanto mayor fuera el número de obreros más se avanzaría hacia el comunismo. La producción agrícola había que incrementarla tanto para el consumo de los obreros industriales como para exportar los excedentes.
El desarrollo de la industria y la agricultura se abordó a través de la planificación estatal mediante los planes quinquenales el primero de los cuales se puso en práctica en 1928. Se planificaba para cinco años fijándose metas a alcanzar en cantidad de producción. Los primeros planes se concentraron en la industria pesada: carbón, hierro, acero, petróleo, maquinaria, electrificación. A pesar de los errores el éxito fue notable alcanzando la producción los niveles de las potencias capitalistas como Inglaterra y Alemania. Se construyeron cientos de fábricas, muchas de ellas en la parte asiática de la URSS que era la más atrasada.
¿Cómo se logró? El dinero fue obtenido de los propios soviéticos sin inversiones extranjeras ni préstamos externos. Se utilizó el dinero obtenido por las exportaciones de cereales y los impuestos cobrados a los campesinos. Como eran empresas estatales la ganancia no se la llevaba un empresario para sus gastos personales sino que se reinvertía en la producción, mejorando la maquinaria, aumentando las instalaciones, etc. Se contrataron técnicos extranjeros, se mejoró la educación en las universidades y escuelas técnicas para crear una generación de trabajadores calificados. Se adoptaron métodos de incentivo a los trabajadores pagándose según se fuera experto o no y se otorgaban premios por producción. En las fábricas existía una rígida disciplina castigándose severamente los errores.
Propaganda de las ventajas del trabajo colectivo
La colectivización.-  De acuerdo a la propaganda del gobierno, la URSS era un estado socialista, una “dictadura del proletariado”, donde se daba prioridad a lo colectivo sobre lo individual y si era necesario había que recurrir al sacrificio de unos pocos para obtener el beneficio de la mayoría. Sobre la base de este pensamiento fue que se impuso la colectivización de los campesinos. Estos habían recibido la tierra quitada a los terratenientes y la trabajaban individualmente mostrándose reacios al trabajo común.
 Para el gobierno soviético este sistema era ineficiente porque las granjas pequeñas no producían adecuadamente y carecían de posibilidades de invertir en mejorar la maquinaria, abonos, etc. Bajo la dirección planificadora del estado y en superficies mayores con uso de tractores y cosechadoras, aumentaría considerablemente la cantidad de productos agrícolas. Además el gobierno de Stalin no veía con buenos ojos la formación de una clase de campesinos ricos (kulaks) que se podían transformar en terratenientes.
El primer plan quinquenal (1928-1933) obligó a los campesinos a formar cooperativas agrícolas donde usaban en común la maquinaria y la semilla y se repartían la ganancia de lo producido. Si los campesinos se oponían a entregar su tierra a la cooperativa eran obligados a la fuerza. Se instigaba a los campesinos más pobres a tomar la maquinaria y el ganado de los que se oponían y entregarlo a las cooperativas. Muchos de los campesinos que se oponían a la colectivización fueron arrestados y enviados a Siberia. Los que se organizaban para resistirse fueron fusilados. Se calcula que diez millones de kulaks fueron desplazados o ejecutados.
Dentro del Partido Comunista surgió la oposición de Bujarín a la colectivización forzada, sosteniendo que debía hacerse voluntaria y gradualmente. Bujarín fue acusado por Stalin de traición y fue condenado a muerte. En 1928 las granjas colectivas agrupaban a 130 mil campesinos. Un año después la colectivización alcanzaba a un millón de familias y en 1930 eran ya 15 millones de familias. Para 1937 se había colectivizado más del 90 % de la tierra laborable. Stalin podía estar satisfecho: mediante la fuerza logró que en 1940 la producción superara el 80% de la registrada en la Rusia previa a la revolución.

LAS CONSECUENCIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y LA RECONSTRUCCIÓN

Unos 20 millones de soviéticos murieron durante la Segunda Guerra Mundial cuando la URSS fue invadida por la Alemania nazi en 1941. En ciudades enteras como Kiev y Minsk fueron arrasadas y otras como Leningrado (ex Petrogrado) eran irreconocibles.
El culto a Stalin
Las industrias, que antes de la guerra se concentraban en el oeste de la URSS, fueron trasladadas hacia el este para evitar que cayeran en manos alemanas. La tierra laborable había sido quemada para no dejarle nada a los invasores. La producción agrícola descendió un 40%; el consumo que ya era bajo antes de la guerra, se vio reducido aún más.
La guerra aumentó el prestigio de Stalin dentro y fuera de la Unión Soviética. Para los soviéticos Stalin era el símbolo de la resistencia ante el nazismo y se lo comparaba con los antiguos héroes de Rusia. La victoria aumentó la confianza de los soviéticos e impulsó el orgullo nacional afirmando la postura de Stalin de hacer de Rusia la patria del socialismo.
Después de la guerra la situación internacional de la URSS cambió rompiendo el aislamiento al que la habían sometido las potencias occidentales. Durante la guerra había sido aliada de EEUU, Inglaterra y Francia por lo que estos países dejaron por algún tiempo de hablar del “peligro rojo”. Al terminar la guerra casi toda la parte oriental de Europa estaba ocupada por el ejército soviético que había expulsado de allí a los alemanes. En esos países (Polonia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Checoslovaquia) se fueron creando gobiernos que seguían el modelo soviético y reconocían el liderazgo de Stalin. También en China se producía el triunfo de la revolución dirigida por Mao Zedong que implantó un estado similar al soviético. Ahora la URSS tenía sus propios aliados y podía formar un bloque para enfrentar a las potencias capitalistas de occidente. Con los países de Europa Oriental formó el Pacto de Varsovia, una alianza militar para enfrentar a la OTAN.
A partir de 1945 se realizó un enorme esfuerzo  para recuperar a la URSS. Muchas de las industrias que se habían trasladado al este  volvieron al oeste, se construyeron enormes centrales de energía eléctrica, se abrieron canales fluviales, se organizaron gigantescas industrias y se industrializó Siberia.
La guerra había disminuido la producción de las industrias en un 50%, pero dos años después de terminada, en 1947, las industrias ya habían alcanzado el nivel que tenían antes del conflicto. En 1946 Stalin anunció que en cinco años la URSS produciría 500 millones de toneladas de carbón y 60 millones de toneladas de petróleo. Las cifras parecían fantásticas pero se alcanzaron antes de lo previsto, superando en esos productos a EEUU.

EL APOGEO DE STALIN


La imagen de Stalin se repetìa
El culto a la personalidad.- Stalin resolvía prácticamente sólo concentrando el poder en sus manos y evitando que surgieran nuevos dirigentes que compitieran con él. Desconfiaba de la capacidad de quienes le rodeaban y por eso no delegaba en nadie su autoridad. El desarrollo industrial alcanzado le había dado prestigio como organizador y planificador; la guerra lo había transformado en héroe y las “purgas” (eliminación) de rivales dentro del Partido Comunista le permitían gobernar sin rivales. La propaganda lo convirtió en un ser imprescindible e infalible. Su retrato estaba en las oficinas, en las fábricas y en los hogares. Se hacían estatuas en su honor y hasta una ciudad, Stalingrado, llevaba su nombre. Existía un culto a su personalidad.
La concentración del poder.-  En 1936, tras muchas discusiones, se estableció una nueva constitución aparentemente más democrática, que permitía a todos los ciudadanos elegir mediante el voto secreto a los miembros del Soviet Supremo. Pero este se reunía sólo durante unas pocas semanas al año y elegía a un órgano más pequeño, el Presidium, para que actuara en su nombre y designara a los ministros.
...y se volvìa a repetir
La elección se hacía en base a listas que eran armadas por el Partido Comunista. En sus orígenes el Partido Comunista tenía una dirección colectiva y se tomaban las decisiones por mayoría. Ese era una de las ideas básicas de los bolcheviques en 1917. Pero la mayoría de los dirigentes bolcheviques de esa época habían muerto en las “purgas” realizadas por Stalin. Los que habían quedado no se atrevían  a discutir las decisiones de Stalin y los nuevos dirigentes habían surgido bajo su protección y le obedecían fielmente.
El Partido Comunista soviético tenía en 1945 seis millones de afiliados que elegían un Congreso que a su vez elegía al Comité Central encargado de tomar las decisiones. Pero ni el Congreso ni el Comité Central se reunían, por lo tanto las decisiones las tomaban los funcionarios rentados del partido (la nomenklatura). Entre estos funcionarios se elegían a los directores de los organismos del estado. Por lo tanto era un pequeño grupo el que tomaba las decisiones y recibían ventajas y privilegios por sus funciones, para que sólo se dedicaran a eso y no tuvieran que preocuparse por otra cosa. Para mantener esos privilegios cumplían órdenes y trataban de no discutirlas o mostrarse innovadores. Al no funcionar los órganos del P. Comunista, las decisiones quedaban en manos del Secretario del partido: Stalin.
La censura.-  El gobierno dirigido por Stalin reglamentó las artes y las ciencias. Las publicaciones de libros y revistas, las artes plásticas, el cine yel teatro eran controlados y censurados. Se prohibía todo aquello que expresara “valores burgueses”. Se estimulaba representar los logros del régimen, las metas alcanzadas, usándose el arte como instrumento de propaganda del gobierno. En los hechos quedaba al criterio arbitrario de los funcionarios decidir que era conveniente y que no.
El arte soviético, que había tenido originalidad en los primeros años que siguieron a la revolución rusa, se estancó, perdió creatividad y se limitó a repetirse en un mismo estilo al que se llamó “realismo socialista”.


4) LA ECONOMÍA PLANIFICADA

CARACTERÍSTICAS DE UNA ECONOMÍA PLANIFICADA

Hacia fines de la década de 1920 la Unión Soviética puso en práctica un sistema económico planificado y centralizado que, en líneas generales, se mantuvo hasta su disolución en 1991.
Podemos definir una economía planificada como aquella en que se prescinde de un mercado para la asignación de recursos, es decir, que el tipo de producción, las cantidades de productos a producir y consumir, los salarios y precios, la cantidad de trabajadores, etc., no quedan librados a la oferta y la demanda. En una economía planificada existe un ente regulador que dirige, decide y organiza la economía. Cuando ese ente toma todas las decisiones decimos que la economía además de planificada es centralizada.
En la URSS el estado planificaba y ejercía un control total de la economía, además de ser el propietario de los medios de producción de acuerdo a la teoría del marxismo-leninismo. La economía planificada y centralizada se estableció no sólo porque la Nueva Política Económica (N.E.P.) aplicada desde 1921 no había logrado todos los objetivos planteados, sino por razones ideológicas: para profundizar la revolución socialista iniciada en 1917 y avanzar hacia el comunismo, era necesario el pleno empleo, elevar considerablemente el nivel de vida y que el hombre se convirtiera en el auténtico dueño de la producción, en vez de depender de las leyes del mercado.
La industrializaciòn fue prioritaria
El máximo órgano planificador era el Ministerio de Planificación, conocido como Gosplán. Este organismo consultaba al Consejo de Ministros de la URSS y a los ministerios de planificación de las 15 repúblicas que formaban  al país (la URSS era una federación de 15 repúblicas), elaboraba el plan central y lo sometía a la aprobación del Soviet Supremo. Luego se encargaba de controlar la ejecución del plan y que se cumplieran las metas fijadas.
El plan central determinaba la dirección que iba a tomar la economía por un tiempo determinado estableciendo los objetivos y los medios para alcanzarlos. Existían diversos tipos de planes: a) planes a largo plazo que eran estratégicos y estaban relacionados con infraestructura, transportes, etc; b) planes quinquenales que eran como guías de las cifras que se debían alcanzar (cantidad de toneladas de carbón, de barriles de petróleo, de toneladas de trigo, etc); c) planes anuales que eran los operacionales, establecían no sólo las cantidades a alcanzar sino cómo.
Los planes centrales contenían los siguientes elementos:
1) La tasa de crecimiento que se proyectaba en general, por rama y por actividad.
2) La distribución de lo obtenido entre el consumo y la inversión. Era fundamental determinar que parte de la renta quedaría en el propio estado para: a) volverla a invertir en la producción; b) invertirla en planes sociales (educación, vivienda, salud); c) dejarla como reserva para futuras inversiones. Esta acumulación, llamada “acumulación socialista” sacrificaba el consumo inmediato de la población para aumentar la industrialización o la cantidad de tractores o el crecimiento del empleo.
3) La distribución del consumo entre consumo individual y consumo social. Se buscaba incrementar el consumo social como viviendas, educación, actividades culturales y deportivas, transportes colectivos, guarderías, etc.
4) Las cantidades que se iban a invertir en cada actividad económica y las técnicas que se utilizarían para aumentar y mejorar la producción. Esto requería una compleja vinculación entre el Gosplan, las empresas estatales, los institutos de investigación y las universidades.
5) Los precios de todos los productos que se podrían comprar dentro del país.
6) Los mecanismos de regulación para controlar el cumplimiento del plan y hacer los ajustes necesarios para cumplir los objetivos fijados.

LOS PLANES QUINQUENALES
Con el liderazgo de Stalin el gobierno soviético se propuso aumentar la producción industrial y agrícola. Un rápido crecimiento de la industria pesada se consideraba esencial para poder enfrentar un ataque de las potencias capitalistas; además se pensaba que cuanto mayor fuera crecimiento industrial, más se avanzaría hacia el comunismo. La producción agrícola debía incrementarse para el consumo de los obreros industriales y para exportar los excedentes. Con estos objetivos se crearon los planes quinquenales, donde se establecían las metas a alcanzar en volumen de producción para los siguientes cinco años.
Tambièn hay un "culto al treabajo"
El primer plan quinquenal correspondió al período 1929-1933 y buscaba desarrollar la producción industrial, especialmente la industria pesada (maquinaria, transportes). Se preveía, por ejemplo, un aumento en la producción de energía de 530% y en la industria metalúrgica de un 300%, mientras que para la agricultura se pensaba en un aumento del 35%. La industrialización se haría a través de grandes fábricas, verdaderos complejos industriales que dinamizaron la industria de la construcción. El resultado de este primer plan quinquenal fue desigual. En algunos aspectos superó las metas fijadas, por ejemplo la fabricación de maquinaria casi duplicó lo previsto al igual que la producción de energía eléctrica y la extracción de petróleo. Sin embargo no se alcanzaron los objetivos en la producción de carbón y acero. Pero el plan se consideró un éxito porque había logrado industrializar a la URSS (al terminar el plan el 70% de lo producido en el país eran productos industriales). Además la URSS mostraba sus avances en un mundo capitalista sumido en la crisis de 1929; mientras en EEUU y Europa el desempleo alcanzaba cifras altísimas, en la URSS no había desocupados.
El segundo plan quinquenal se aplicó entre 1933 y 1937, intentaba aumentar la producción de bienes de consumo durable (bicicletas, etc), desarrollar las regiones más atrasadas (los territorios asiáticos de la URSS), mejorar los transportes y continuar el desarrollo de la industria pesada. Se le dio mucha importancia al desarrollo técnico y a la capacitación de los trabajadores, técnicos y científicos. En este período se fomentó la productividad a través de incentivos morales y económicos: el stajanovismo. Se ponía como ejemplo o modelo a seguir por los trabajadores a Alexei Stajanov, un obrero que en 1935 extrajo 102 toneladas de carbón en un día, catorce veces más de lo normal.
Al terminar en 1937 el segundo plan quinquenal, y después de 10 años de economía planificada, la economía soviética había tenido un gran crecimiento: desde 1928, la industria ligera había crecido un 390 % y la metalurgia y la siderurgia un 690 %. El segundo plan había cumplido casi todas sus metas: 104 % en el azúcar y el acero, un 107 % en el calzado, un 100 % en el laminado, un 96 % en la electrificación, un 90 % tanto en la fundición como en la extracción de carbón, pero solo un 64 y un 46 %, respectivamente, en el algodón y la lana. El ejemplo más espectacular de la transformación de la economía soviética puede encontrarse en la electrificación que pasó de una producción de 2500 millones de kWh en 1928 (comienzo del primer plan) a 40.000 millones en 1938, un aumento del 1600 %. Esta energía era suministrada por potentes centrales térmicas, pero también por centrales hidroeléctricas.

PRODUCCIÓN DE TODA LA INDUSTRIA  EN EL SEGUNDO PLAN QUINQUENAL
(en miles de millones de rublos)
Años
Objetivos anuales
Resultados
Resultados en porcentaje de los objetivos
1933
47,9
46,0
96%
1934
55,8
53,9
97%
1935
62,8
65,9
105%
1936
81,1
95,8
106%
1937
103,0
95,5
92%



El tercer plan quinquenal correspondió al período 1938-1942 y estaba destinado a desarrollar industrias especializadas como la química, pero el plan se vio interrumpido por la invasión alemana de 1941, que obligó a la URSS a poner toda su economía al servicio de la guerra. Además los alemanes ocuparon los territorios donde estaba la zona agrícola más productiva y las principales industrias. El gobierno soviético desmanteló las fábricas y traslado a miles de kilómetros para seguir produciendo.
El cuarto plan quinquenal aplicado entre 1945 y 1950 tenía como objetivo la reconstrucción y recuperación después de la guerra. Los costos materiales y humanos del conflicto eran enormes: 20 millones de soviéticos habían muerto, 25 millones no tenían vivienda, 65 mil kilómetros de vía férreas estaban destruidas, muchas ciudades del oeste estaban en escombros.  La URSS rechazó la ayuda del Plan Marshall creado por EEUU, haciendo por si sola la reconstrucción.
En este cuarto plan se mantuvo la tendencia de establecer industrias en la zona asiática de la URSS, construyéndose, sobre todo, altos hornos, fundiciones y construcciones mecánicas. La producción de maquinaria creció un 60% comparada con 1940 y la industria química un 80%, pero decayó la producción textil y de bienes de consumo.
El quinto plan quinquenal (1951-1955) mantuvo las características de los anteriores: un crecimiento de la industria pesada y de la producción de energía, petróleo y carbón, mientras que la agricultura y los bienes de consumo quedan rezagados.
El sexto plan quinquenal (1956-1960)  intentó desarrollar la agricultura y los bienes de consumo. Stalin había muerto en 1953 y su sucesor al frente del gobierno soviético, Nikita Kruschev, inició un cuestionamiento a la política de Stalin (la llamada desestalinización) y emprendió reformas económicas. Buscaba superar el atraso de la agricultura a través de más inversiones en el sector y mejorando la renta recibida por los campesinos que podían vender parte de sus cosechas sin intervención del estado. Se intentó descentralizar la economía dando más autonomía a las empresas estatales para que sus directores pudieran tomar decisiones propias sobre la cantidad de empleados, tecnología a usar, salarios, etc. De esta manera no dependían directamente de los altos funcionarios y podían tomar medidas más rápidas.
A partir de 1959 la situación de la agricultura empeoró. Al finalizar el plan la producción de cereales estaba 11% por debajo de la cifra planteada como meta y la producción de carne un 25%. La productividad de los campesinos soviéticos era ocho veces menor que la de los granjeros de EEUU. Además la descentralización de las empresas había provocado caos administrativo. En el Partido Comunista de la URSS y desde el propio gobierno soviético surgieron críticas sobre las reformas económicas de Kruschev. Finalmente este fue destituido.
En los sucesivos planes quinquenales aplicados hasta 1980 se volvió a la centralización en la toma de decisiones. El Gosplan recuperó su poder y se volvieron a fijar metas en volumen de producción. Pero en el curso de los años 70 era evidente que la economía soviética se había estancado. No se lograban las cifras de crecimiento de los primeros planes quinquenales. La vida de la población había mejorado por las exportaciones de materias primas y petróleo, pero la URSS debía importar alimentos y era escasa la cantidad de bienes de consumo.

VENTAJAS DE LA ECONOMÍA PLANIFICADA
En teoría ¿qué beneficios o ventajas tiene una economía planificada?
Diseño de un modelo a seguir. Una de las ventajas que los ideólogos socialistas veían en la planificación económica era la de evitar “el caos” de la economía de mercado o capitalista. Al fijarse metas concretas e instrumentos para cumplirlas, la economía pasaba a depender de la voluntad humana y se podían prever y organizar a futuro.

Cumplimiento de objetivos colectivos. Una economía planificada tiene la capacidad de servir colectivamente en vez de cumplir con necesidades individuales: las recompensas económicas (salarios) serán distribuidas en forma equitativa o de acuerdo a las necesidades sociales.
El lucro o ganancia individual deja de ser la fuerza que impulsa la producción y son los planificadores del colectivo (el estado) los encargados de decidir cuál es la adecuada producción de diferentes tipos de mercancías. El gobierno puede utilizar la tierra, el trabajo y el capital al servicio de los objetivos económicos de la comunidad y no del individuo. Puede postergar un tipo de producción que no se considera necesaria para la mayoría e incentivar otra que si lo es, o restringir el consumo para invertir más en producción. Fue lo que se hizo en la URSS con los primeros planes quinquenales, donde se disminuyó la producción de bienes de consumo (la producción de bienes de consumo bajó del 80% al 50% del PBI) para dedicar más dinero a la producción de maquinaria, energía eléctrica, educación, etc.

La falta de competencia empresarial unifica los esfuerzos, la infraestructura y la inversión. Según los defensores de la economía planificada, en una economía de mercado la competencia puede generar desequilibrios económicos, producir mercaderías que no benefician a las personas, despilfarro de dinero en malas inversiones, no aprovechar debidamente conocimientos o infraestructura, etc. Incluso en situaciones perfectamente competitivas el mercado por si mismo jamás generaría ciertos productos o servicios, porque ninguna de las empresas estaría interesada en proporcionar un servicio del que no se beneficiaría en exclusiva y por lo tanto no tendría el máximo de ganancia.

Una distribución de la renta más igualitaria.  Uno de los objetivos buscado por la economía planificada de la URSS era la igualdad en los ingresos. Esa era el motivo que había generado el origen y difusión de las ideas socialistas: una sociedad igualitaria donde todos tuvieran acceso a los mismos bienes y servicios. El estado podía trasladar las ganancias de los sectores económicos más dinámicos hacia aquellos que otros que no lo eran o asegurar ciertos bienes o servicios a sectores sociales que no podrían acceder a ellos por su costo.

DESVENTAJAS DE LA ECONOMÍA PLANIFICADA
Quienes se oponen a la economía planificada plantean las siguientes críticas:
Imposibilidad de detectar las preferencias de los consumidores.  Los que defienden la economía de mercado consideran que la libre competencia entre empresas privadas obliga a estas a estar atentas a las demandas sociales y a tomar en cuenta lo que quieren los consumidores. Al planificarse lo que se va a producir y en que cantidades no siempre se acierta con aquello que las personas desean tener o comprar. El que un organismo determine la producción lleva a que los integrantes de ese organismo decidan lo que la mayoría puede o no comprar. Esto puede provocar escasez de productos de los que no se previó una cantidad suficiente. En la URSS los planificadores debían decidir, por ejemplo, que los tractores eran más importantes de producir que hacer zapatos o no se proporcionaba una cantidad de cuero suficiente a la fábrica de zapatos por que se destinaba a otro producto, o por los planificadores centrales no daban el incentivo a la fábricas de zapatos para producir la cantidad necesaria de los zapatos de una cierta calidad requerida.

            Falta de incentivos a la innovación. Otra de las críticas que se hacen a la planificación central, es que es menos probable que promueva la innovación en comparación con una economía de libre mercado. En esta última, los inventores pueden obtener enormes beneficios al patentar la nueva tecnología, por lo que es, sin duda, un gran incentivo para innovar. Las empresas promueven la innovación para sacar ventajas y ser las primeras en ofrecer nuevos materiales o productos. En una economía planificada el estado decide que recursos se destinan a la investigación si lo cree necesario para la comunidad o para la defensa (por ejemplo medicinas o tecnología militar).
            También se ha criticado el pleno empleo de los países socialistas porque el tener los trabajadores el trabajo asegurado no necesitan esforzarse para rendir más y esto afecta la cantidad y la calidad de la producción.

            Imposición estatal frente a las libertades individuales. La economía planificada y centralizada lleva a un estado fuertemente interventor en la vida de las personas, decidiendo directa o indirectamente sus empleos, sus estudios, sus gustos y hasta sus objetos personales, porque la planificación determina que trabajos se van a desarrollar en determinado lugar, las carreras que son necesarias, los productos que estarán disponibles para comer, vestirse, etc. Los economistas liberales consideran esto como una tiranía de los gobernantes que someten a la población a una situación de servidumbre (como lo sostiene el liberal Friedrich Hayeck en su libro “Camino a la servidumbre”). Además nada asegura que el gobierno realmente planifique para la mayoría, dando origen a  un estado coercitivo en que los planificadores podrían usar el estado para sus propios fines, en lugar de objetivos "sociales" del Estado.

            Burocratización y corrupción. La propiedad estatal de los medios de producción y el total control estatal de la economía hace que la mayor parte de la población se convierta en funcionarios del estado. Al depender la economía de decisiones de los funcionarios, en definitiva dependen de la buena o mala voluntad que estos pongan en su trabajo. Esta situación puede provocar varios problemas: la demora en la toma de decisiones, la arbitrariedad en las decisiones, el abuso de poder, la irresponsabilidad e ineficiencia sobretodo cuando no hay un control sobre los funcionarios superiores que no tienen que rendir cuentas a nadie. Puede suceder que se busque obtener favores de los funcionarios ofreciéndoles dinero, etc.









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